martes, 29 de marzo de 2011

Touché

No os joden las películas en las que en un momento dado un personaje dice Touché. En ese momento, para mi, la peli baja a un nivel parecido a las que ponen en Antena3 los sábados por la tarde.

¿Y por qué?.

Pues porque es un intento ridículo de dar un aire sofisticado y culto al personaje que suelta semejante horterada. Suelen poner la palabreja en boca de alguien de la clase alta americana, porque la película suele ser de ese país, enfrascado en un "inteligente" duelo dialéctico con otro personaje. Es algo patético.
Para darse aires no solo recurren a esta chorrada, también utilizan otras cuantas que reconoceréis inmediatamente por ser utilizadas hasta la saciedad en películas, series y libros americanos. Os pongo los ejemplos de las tres, que personalmente, tengo fichadas:

La navaja de Ockham. Esta la utilizan cuando la trama es de misterio o ciencia ficción. En los libros de CF aburren con ella.

La fábula de la rana y el escorpión. Esta les vale en cualquier situación y la sueltan aunque no venga al caso.

Y esa tan manida de "El mejor truco del diablo, fue convencer al mundo de que no existía." que se puso de moda a partir de la película "Sospechosos habituales" y que puedes encontrar en boca de cualquier actor de mala muerte mientras pone gesto de estar mostrando al mundo la sabiduría suprema, aunque lo que parece es que sufre una incómoda digestión.

Toda esta especie de moda por repetir las cosas es simplemente la consecuencia del canibalismo que hay en la ficción. Una película no suele tener como fuentes otra cosa que no sean otras películas. Se llega al extremo del caso de los policías novatos que vomitan al ver la escena de un crimen. Pues bien, una vez leí que un policía contaba que eso no era verdad, que esa no era la reacción habitual al ver un cadáver. Lo que sucedió es a alguien le pareció una idea muy buena y, quizá, una manera de trasmitir la dureza de un crimen. A los demás les pareció algo cojonudo y fueron incluyendo la escena en tantas películas, series, etc. que todo el mundo creyó que eso era un comportamiento normal y real.


Seguro que vosotros tenéis muchos más ejemplos de falta de originalidad. Contadme, contadme.

jueves, 24 de marzo de 2011

Persona de velocidad minima inferior

Cuantas veces caminando por la acera nos hemos encontrado con la espalda de una persona que, yendo delante de nosotros, lleva una velocidad parecida a la nuestra pero un poquitín inferior.
¿ Y qué es lo que sucede ?. Sucede que nos empezamos a poner nerviosos porque, aunque no tenemos prisa, se nos hace muy incómodo ir pegado a otra persona y, más aun, el tener que bajar nuestro ritmo. No nos sale.
Decidimos tomarlo con calma, al fin y al cabo no vamos a dar un acelerón y pasar a su lado para que la gente diga un "¿A donde irá ese?". Sonreímos para nosotros mismos e intentamos distraernos con los escaparates, el tráfico, la gente. ¡¡ Lo que sea !!,  ¡¡ Pero no nos sirve !!. - ¡¡ Ya van 4 veces que casi le piso los jodidos zapatos !!.
Así que después de un rato (muy corto) empezamos a maniobrar hacia los lados para iniciar el ataque. Lo malo es que siempre, siempre, la gente de velocidad minima inferior lleva, como ahora bien sabemos por la F1, la misma trazada que nosotros. Y al igual que Alonso con Massa se nos hace imposible completar la maniobra de adelantamiento porque se nos echan encima las esquinas o, esto no valido para el ejemplo de la F1 (o al menos esta temporada), nos viene alguien de frente o llegamos a una chicane.
Una y otra vez tenemos que abortar la operación, y en cada ocasión el mosqueo va en aumento.
De manera que cuando nuestra impaciencia nos gana, sin pensarlo más ni medir las consecuencias,  damos 3 o 4 pasos más largos y más rápidos que los anteriores y nos lanzamos a un adelantamiento frenético en el que tropezamos con alguien, pisamos la tierra, nos salimos de la acera y nos saltamos la chicane.
Y así, y con el rubor inundando nuestro rostro, no podemos dejar de oír a la persona que acabamos de dejar atrás un, tristemente esperado, "¿A donde irá ese?".

martes, 22 de marzo de 2011

El coche colega.

Os habrá pasado más de una vez.

Vas por la carretera tranquilamente, a tu rollo. Miras por el retrovisor  y te das cuenta de que el coche que ves reflejado es el mismo que está ahí desde hace unos cuantos kilómetros.

Te empiezas a poner algo nervioso, tu nivel de atención sube, te enderezas al volante.

No, no  te persiguen, no tienes miedo del de atrás.  Lo que sucede es que tienes un coche colega. Un coche que se mantiene a la misma velocidad que tu, que adelanta cuanto tu lo haces, un coche al que le gusta tu forma de ir y que mantienen una razonable distancia de seguridad.
A todos nos a sucedido y todos reaccionamos igual. De repente asumimos una responsabilidad. Empezamos a ser conscientes de la velocidad a la que vamos, de la forma en que tomamos las curvas, y todo con tal de no decepcionar al coche colega. No sabemos si el de atras se habrá dado cuenta del vinculo que hemos establecido pero para nosotros existe y es importante.
La parte buena es que prestaremos más atención a nuestra conducción y de esa forma correremos menos riesgo de distraernos al volante. La mala es que esa atención se desviará constantemente hacia los espejos para saber si seguimos manteniendo detrás a nuestro colega, y si por ello, está satisfecho con nosotros. Quizá hasta imaginaremos que le dice a su copiloto y pasajeros que da gusto tener delante un conductor que le hace llevar tan buen ritmo. Y si vemos que se acerca, entonces aceleraremos un poco más de lo que nos gusta con tal de que no nos adelante, de que no nos pierda, de que no seamos una decepción.

Esta relación, como todas, puede terminar de dos formas. De muerte dulce cuando, o el coche colega, se desvía o detiene, o lo hacemos nosotros y lo dejamos ir con una sensación de trabajo bien hecho.
O de forma dramática cuando coche colega, adelantándonos, pone fin a nuestro tiempo juntos. Y esto es un shock. De repente, por algún motivo que no llegaremos a comprender nunca,  ya no le servimos. No lo entendemos. Le hemos dado todo lo que podíamos, hemos hecho de liebre muchos kilómetros sin ningún problema y sin pedir nada a cambio, hemos dado velocidad constante, exquisito uso de los intermitentes a la hora de adelantar, un plus de iluminación con poca visibilidad,... - Y ahora nos adelanta sin, tan siquiera, mirarnos. Sin ningún destello de sus preciosas luces largas.
Le vemos alejarse, quizá buscando un nuevo coche colega. Solo nos queda convencernos a nosotros mismos de que lo hemos hecho lo mejor que hemos podido. Que la culpa no es nuestra.

jueves, 17 de marzo de 2011

DGT

Hace unos años la DGT hizo un anuncio que a mi me pareció cojonudo y que consistia en un tio borracho que aparcando el coche en una zona de movida se creia que lo estaba haciendo estupendísimamente cuando en realidad, y a los ojos de la gente que lo estaba viendo, estaba haciendo el ridículo.
Me pareció un muy buen anuncio, no solo por lo que trasmitia en el tema del coche, sino porque se podia aplicar a todos los ámbitos de la vida y a toda la gente borracha o no. Equivale a un "Y ese que se cree" cuando el que lo dice, o piensa, tiene razón.
Continuamente vemos a gente que se tiene por especial o superior por el mero hecho de tener un coche, o incluso un móvil, nuevo. Todos hemos visto lo patéticos que resulta en un vagón de metro o de tren un zoquete escuchando música en si iPhone mientras lleva el condenado aparatejo lo más a la vista posible y mirando hacia los lados para ver la impresión que al resto de los mortales nos causa esa maravilla tecnológica que solo tienen unos 20 millones de personas.  
Pues bien seguro que estais de acuerdo conmigo en que no nos jode que el memo de turno tenga un telefono nuevo. Lo que nos jode es que el muy imbecil se crea que nosotros pensamos que él es guay. Estoy covencido que al igual que a mi os apetece gritarle que nos importa un huevo su telefóno y que nos resulta muy triste que tenga una vida tan lamentable que esa posesión sea su única forma de ¿destacar?.
¡¡Es como en el anuncio!!.
Es un comportamiento que, para abreviar, vamos a llamar DGT.

Pues bien, de todos los DGT que tengo fichados en este momento hay dos tipos que pese son muy diferentes son igualmente ridículos. Son los del Mate y los Bonanos.

Los del Mate: Últimamente se está poniendo de moda lo de ir tomando mate por la calle o en los medios de trasporte. Es lo más chorras que habia visto en mucho tiempo. Esta gente tiene que llevar un termo, una taza rara de esas y  tambien un tubin que sirve para tomar ese brebage. Es como si a alguien le da por llevar la cafetera y la taza en el metro. ¿ Y por que lo hacen?. ¿ Porque no lo toman antes de salir de casa o cuando lleguen a su destino ?. Pues no lo hacen porque son unos DGT que creen que pensamos que son una gente guay y exótica. Esa gente mientras sorbe el mejunje ese de los huevos va pensando, "¡¡ Como me miran todos!!, seguro que no saben que es lo que estoy bebiendo, y seguro que me imaginan sentado con el brujo de una aldea recóndita de la Pampa mientras me muestra los seretos de la vida. Joder, que guay soy".
¡¡ Pues no, anormal !!. Pensamos que estás haciendo el ridículo y que eres un triste DGT. Es más, nos descojonamos de que por ir de especialito vayas incómodo con el puto termo en una mano y en la otra la taza, mientras intentas desenvolverte con el periódico, la mochila (siempre llevan una mochila de esas de rayas) y el resto de la parafernalia. Por que nunca he visto a un DGT del mate sin el resto del kit hippy-mochilero-ONG. A la gente le encantan los uniformes.

Los Bonanos: A estos llevo observándolos mucho más tiempo y seguro que vosotros también los tenéis fichados y les habéis puesto nombre . Para que entendáis a quien me refiero y los identifiquéis os voy a poner el ejemplo más claro de todos. La esencia del bonanismo, el origen de la especie.
Si un domingo por la mañana os acercáis a la Latina en Madrid seguro que no dejareis de reparar en algún grupo de ellos. Por que, a diferencia de los DGT del mate, los bonanos se reúnen en grupo. Es más, un bonano no es tal fuera de su grupo. El comportamiento de un bonano muta de persona, más o menos normal a bonano, cuando se reúne con cuatro o más los de su especia y, esto es importante, haya representación de ambos sexos.
Pues bien, los bonanos estarán sentados en una terraza alrededor de una mesa tomando algo. Su forma de vestir es uno de los rasgos que más les delatan. Llevarán ropa cómoda e informal, como si se hubiesen puesto lo primero que encontraron en su, a bien seguro, nutrido guardaropa. Esta es su principal característica, porque esa impresión de informalidad es totalmente falsa. Cada una de las prendas y accesorios que lleven puesto estará estudiada hasta la saciedad, todo estará meticulosamente preparado. Las gafas de sol, la coleta, la barba de dos días, el pantalón medio roto, todo, todo está muy bien pensado.

La actitud que tienen también les delatará como DGT de tipo bonano. Adoptaran una pose de "Uf estoy de vuelta de todo y si no estoy ahora mismo esquiando es que ayer por la noche fue una fiesta tremenda". Tenderán a tener la cabeza echada hacia atrás en actitud de tomar el sol y se hablaran sin mirarse y con un volumen de voz lo suficientemente alto para que el resto nos enteremos bien de sus aventuras. Serán comunes gestos como, en el caso de ellos, de tocarse la barriga por debajo de la camiseta o, en el caso de ellas, de no parar con el pelo y hacer y deshacer esa, tan estudiada coleta, unos cuantos miles de veces. Hablarán de viajes, de los problemas de su madre con el iMac nuevo ("Es que no sé para que lo quiere, pero se encaprichó y por no aguantarla...") y de demás chuminadas. Todo ello narrado con un tono indolente.

El momento álgido, y que no sé como hacen para que suceda cuando estás mirando, es cuando llega el que faltaba. Será un bonano macho y constituye toda una subespecie dentro del bonanismo. Me refiero al bonano gracioso, al bonano que le pasan las cosas más graciosas e inverosímiles. No será recibido con un "Hola" ni un "Qué pasa", será recibido con risas de esas que se reservan para alguien al que le haya sucedido algo entre gracioso y patético. Las risas que se dedican a esa persona que la noche anterior la lió parda. Esos si, los saludos seguirán las mismas reglas que las de la  conversación y no serán nunca mirando al individuo de frente sino en un estudiado ángulo de 90 grados. El motivo de esto aun me tiene desconcertado.
El bonano gracioso cumple una serie de características propias; será más feo y bajo que la media de su grupo y normalmente llevará el pelo y la barba más largo que el resto. No una perilla o similar, barba. Vestirá en sintonía con los demás pero exagerando un poco más cada uno de los detalles. La camiseta será más colorida y con un mensaje a ser posible gracioso, el pantalón lo llevará más caído y el calzado (playeros) también tendrá un color más cantoso. Para rematar es posible que lleve un perro que atará en una silla mientras hace un comentario jocoso que relacione su resaca con la putada de pasear al perro. MENTIRA !!!. El perro es un complemento valioso y muy apreciado y tuviste que traerlo desde la otra punta de la ciudad.

Hay muchos más rasgos que definen a esta gente pero, como seguro que ya sabéis a quienes me refiero, no os aburriré con detalles que seguro que ya habéis observado muchas veces. además creo que me he extendido mucho con este artículo. Puede que otro día haga una segunda parte ya que me quedan un montón de cosas en el tintero. No me gusta nada la expresión esa de "En el tintero" pero me viene bien y no me apetece comerme el torrao.

Notas:
- Los bonanos toman su nombre del bar El Bonano que era frecuentado por ellos antes de caer en desgracia debido a la llegada de un segundo grupo denominado "imitadores de los bonano"    que son, si cabe, aun más patéticos y divertidos de observar que los genuinos bonano.
- La colonia de bonanos de Oviedo se reúne en el bar "La Carta de Ajuste".



Contadme, contadme de todos aquellos DGT que sepáis para confirmar mis teorías.

Ese dato de oro

Soy muy fan de internet, pero que mucho. Pienso que es el gran invento del siglo (pasado) y que no hace más que facilitarnos la vida y darnos acceso a la de dios de información. 
Pero de ahí viene el problema que os voy a contar y que más que seguro compartís conmigo.

Internet y el e-mail están acabando con "el momento dato". 

Si amigos, porque todos tenemos guardados dos o tres datos de oro. Esos datos que atesoramos orgullosamente porque son poco conocidos. Esos datos que contamos en el momento preciso y que provocan el interés y la sorpresa de la gente.  ¿Quién no ha mantenido una conversación en la que estamos deseando que tome un camino que lleve hacia ese dato de oro que sabemos que deslumbrará al personal?. Porque no valía manipular para que la conversación fuera hacia nuestro terreno, había que respetar unas reglas. Si no, ese  dato no tenía el mismo valor. A mi, concretamente, me producía un inverosímil placer cuando después de un estornudo, y ante el "Jesús" correspondiente, alguien preguntaba porque se decía "Jesús". Ese era el momento, un momento que se podía dar  2 o 3 veces en la vida y que llenaba de orgullo y placer. Siiiii !!!. Tenia que intentar controlar mi nerviosismo para contar la historia de los demonios saliendo por la boca y la forma de conjurarlos diciendo "Jesus" (Esta es la 5 o 6 vez que lo cuento. ¿Alguien no conocía el dato?). ¡¡¡ Que maravilla cuando te preguntaban "¿De donde sacas esos datos?", y con suma modestia replicabas "Lo habré leído por ahí".

Pues bien esos datos de oro no es que estén desapareciendo, sino que ahora de vez en cuando alguien los recopila en un mail y los vulgariza enviándolos a todo el mundo. Ya no son de oro, ahora son datos que cuando los compartes más o menos esperas que haya una persona, que no es que no lo supiera sino, que no lo recordaba.

Lo mismo ocurre, y quizá a más escala, con los chistes. Esos 3 o 4 súper chistes que nunca fallaban y que contábamos tan bien por haberlos ensayado en nuestra cabeza tantas veces. Esos chistes no se han podido banalizar más por internet. Ya el programa ese de la tele, de esos grupos de cómicos venidos a menos que cuentan chistes, lo habían jodido bastante, pero internet está acabando con ellos y, efecto colateral beneficioso, con los cuenta chistes televisivos. ¿No os parece que el cómico que acaba en programas de la tele contando chistes por turnos son gente terminada ?.

Pero en fin. Estar orgullosos de vuestros datos o chistes más queridos porque puede, solo puede, que alguna vez sorprendáis a alguien con ellos.

Esclavos de su imagen

¿Qué os parece la gente famosa que siempre viste igual, o que siempre tiene que llevar un mismo objeto o peinado o lo que sea?. A mi no sé si me dan pena o me ponen de mala hostia.
Esta forma de pensar mía, y seguro que vuestra, empezó cuando en los ochenta salio un grupo que se llamaba Four Non Blondes y que se hicieron famosos por una sola canción que se titula “What´s Up”. Pues bien, la cantante siempre aparecía en los vídeos y en las actuaciones con el mismo sombrero. La odie desde el primer momento.
Pensar en esos actores que siempre llevan el mismo corte de pelo, o el mismo bigote. Me imagino que cuando firman un contrato hay alguna cláusula en la que dice que ese actor debe llevar el aspecto que le hizo famoso, y no uno nuevo que lo haga irreconocible a su público. Y es que ya no es ver una película de determinado actor, es ver al mismo personaje en otra situación.  Si no que se lo digan a Chandler el de Friends. En todas la películas que sale hace de Chandler. ¿Alguien recuerda su verdadero nombre?. Para qué. El es Chandler. El hombre debe de estar bastante frustradillo.
Pero volviendo al tema de llevar siempre el mismo gorro. Hay casos como el de la retrasada de antes o como el de Slash de Guns and roses, que son buenos ejemplos. Pero el caso más sangrante es el del Huevo de U2. Por que no creáis que me estoy confundiendo, el zoquete de U2 que lleva gorro de lana a todas horas se llama El Huevo y no El filo (The Edge).
Todo vino porque algún periodista no debio escuchar bien cuando lo nombraron, como también les pasó a los Beatles.
El tío era llamado The Egg, el Huevo, pero claro el periodista lo entendió mal y a todo el mundo le pareció una idea de puta madre lo de El Filo. Imaginaos, Uff, El Filo, suena misterioso y peligroso. A partir de ese momento nuestro amigo llevara siempre el sombrero por el que era conocido, con toda lógica, como “El Huevo” y se quedara en un segundo plano.  Actuará y vivirá en la penumbra para así acrecentar la leyenda. Será la sombra de Bono, su lado oscuro.
Y ¡¡ Zas !!, de repente, el jovial pero poco carismático Huevo se convirtió en el taciturno Filo y tendría que penar con el  jodido gorro de lana toda su lastimosa vida. 
Seguro que vosotros tambiéntenéis fichados a individuos de estos. Decidme, decidme. Porque coincidiremos en más de uno.

Simetria

Recordais haber tenido en vuestra infancia una etapa de rechazo de todo lo que no era "simétrico"?.
Yo me acuerdo perfectamente de la desazón que me causaba todo aquello que no tenia esta cualidad. En todos mis juegos, y fantasías de niño, era un requisito indispensable. Me molestaban muchísimo cosas como que los coches tuvieran el volante a un lado. ¿Porque no lo ponían en el centro?. Incluso mis Airganboys llevaban dos pistoleras, porque una sola, y en un único lado, no era tolerado por mi sentido estético. ¿Y porque los pantalones vaqueros solo tenían el bolo pequeñin en uno de los lados?. ¿Qué mente retorcida podía perpetrar tal sin sentido?. 
Os podéis imaginar cual fue elegida como mi nave espacial favorita tras ver la Guerra de las Galaxias. El Ala de Luck claro, no podía ser de otra forma, toda tan simétrica, con sus alas abriéndose en armonía. Nunca, nunca, sería de el halcón milenario, que era totalmente amorfo con su cabina en uno de los lados y esa forma tan rara. También me quedé prendado del uniforme de las tropas de asalto del imperio y se ese maravilloso cinturón multi-usos que tenia esa especie de cuerda retráctil, pero esa es otra historia.
El caso es que solo con el devenir de los años empecé a encontrar el gusto por las asimetrías, que dicho sea de paso ahora me gustan casi más que su opuesto.

Caderas

Os habéis fijado cuantas veces dice Sabina la palabra "caderas" en sus canciones. En mi estado anterior igual pretendería ser el único en el multi-universo en darse cuenta, pero ahora..... Ahora sé que seréis legión.

Cosas que pensaba que solo se me ocurrían a mi.

Aunque creo que todas las personas piensan en la misma tonterías, siempre albergué la idea de que ciertos pensamientos que se nos ocurren en esos tiempos muertos que dejamos que el cerebro se libere, eran propios de cada uno y hasta cierto punto originales. 
Una de las primeras sospechas que tuve fue cuando mi teoría de la infancia, de que las personas podían estar viendo colores diferentes pero llamándolos igual, ya sabéis, uno ve verde pero lo llama azul, otro ese mismo color lo ve amarillo pero también lo llama azul, me fue expuesta por más gente que había llegado a la misma conclusión. Ahí empecé a atisbar, lo que a la postre sería, la total conciencia de mi falta de originalidad.
La teoría de que yo podía ser ocurrente se me vino abajo totalmente el día que leí en el periódico un artículo sobre una persona que había llegado a la misma conclusión que yo en uno de, yo pensaba, mis más peregrinos pensamientos. No solo eso, sino que hizo una investigación y publicó los resultados de sus estudios. Hablo de ese "original" pensamiento que consiste en creer que el zumo de tomate sabe mejor en los aviones.

Si señores. Yo no lograba entender como cuando pedía un zumo de tomate en el avión estaba mucho más rico de sabor que cuando lo pedía en un bar. Era desconcertante, en el avión te ponen el zumo en un jodido vaso de plástico, te dan un par de sobrecitos con la sal y la pimienta, (que por cierto suelen venir unidos y no es sencillo abrirlos y echar el contenido del segundo sin que los restos del primero se te caigan, vale... si... cortando antes los sobre, pero eso nadie lo hace), y el zumo está estupendo. Luego bajas del avión repites la jugada en un bar, con un súper vaso, zumo del granini, la sal chachi, la pimienta, etc, etc, y sabe peor. Primero lo achacaba a tener un gusto tomatero vulgar parecido al de la mayonesa, que tiene que ser de bote, pero después de repetir el experimento en diversas líneas aéreas y más bares, concluí que la diferencia era el avión. 

Así que cuando leí la noticia en la prensa me quedé absolutamente anonadado. Empecé a decirle a la gente que yo también me había dado cuenta de que el zumo de tomate está más rico en los aviones aun temiendo que la gente pensara que solo lo decía para parecer guay. Pero tal revelación suprimió mi característica falta de confianza, porque además, me di cuenta de que había hecho un descubrimiento aun más asombroso, si cabe, que lo del zumo, había descubierto que esos pensamientos tan personales, que asumimos que nadie más tiene, son compartidos por mucha gente. 

Así que a partir de ahora voy a empezar a poner aquí todos esos pensamientos que creía únicos en el universo para que veías que no solo a vosotros se os ocurre determinada chuminada. Así que, por favor, no dejéis de contarme pensamientos estilo zumo de tomate, seguro que muchos coinciden con los míos o con los del resto de lectores. (Aquí me dio un poco el descojone con lo del "el resto de lectores")

Saludos.