jueves, 17 de marzo de 2011

Ese dato de oro

Soy muy fan de internet, pero que mucho. Pienso que es el gran invento del siglo (pasado) y que no hace más que facilitarnos la vida y darnos acceso a la de dios de información. 
Pero de ahí viene el problema que os voy a contar y que más que seguro compartís conmigo.

Internet y el e-mail están acabando con "el momento dato". 

Si amigos, porque todos tenemos guardados dos o tres datos de oro. Esos datos que atesoramos orgullosamente porque son poco conocidos. Esos datos que contamos en el momento preciso y que provocan el interés y la sorpresa de la gente.  ¿Quién no ha mantenido una conversación en la que estamos deseando que tome un camino que lleve hacia ese dato de oro que sabemos que deslumbrará al personal?. Porque no valía manipular para que la conversación fuera hacia nuestro terreno, había que respetar unas reglas. Si no, ese  dato no tenía el mismo valor. A mi, concretamente, me producía un inverosímil placer cuando después de un estornudo, y ante el "Jesús" correspondiente, alguien preguntaba porque se decía "Jesús". Ese era el momento, un momento que se podía dar  2 o 3 veces en la vida y que llenaba de orgullo y placer. Siiiii !!!. Tenia que intentar controlar mi nerviosismo para contar la historia de los demonios saliendo por la boca y la forma de conjurarlos diciendo "Jesus" (Esta es la 5 o 6 vez que lo cuento. ¿Alguien no conocía el dato?). ¡¡¡ Que maravilla cuando te preguntaban "¿De donde sacas esos datos?", y con suma modestia replicabas "Lo habré leído por ahí".

Pues bien esos datos de oro no es que estén desapareciendo, sino que ahora de vez en cuando alguien los recopila en un mail y los vulgariza enviándolos a todo el mundo. Ya no son de oro, ahora son datos que cuando los compartes más o menos esperas que haya una persona, que no es que no lo supiera sino, que no lo recordaba.

Lo mismo ocurre, y quizá a más escala, con los chistes. Esos 3 o 4 súper chistes que nunca fallaban y que contábamos tan bien por haberlos ensayado en nuestra cabeza tantas veces. Esos chistes no se han podido banalizar más por internet. Ya el programa ese de la tele, de esos grupos de cómicos venidos a menos que cuentan chistes, lo habían jodido bastante, pero internet está acabando con ellos y, efecto colateral beneficioso, con los cuenta chistes televisivos. ¿No os parece que el cómico que acaba en programas de la tele contando chistes por turnos son gente terminada ?.

Pero en fin. Estar orgullosos de vuestros datos o chistes más queridos porque puede, solo puede, que alguna vez sorprendáis a alguien con ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario